Sin duda, era el momento y el
lugar. Aquella noche, en algún momento entre el 15 y el 20 de julio de 1816,
los astros estaban alineados para que la literatura de terror sufriera una
sacudida histórica. El contexto histórico, el lugar y los protagonistas eran
los adecuados. Y la influencia que tuvo en la literatura y en la cultura
popular posterior es, simplemente, gigantesca. Y es que, ¿quién no conoce al
monstruo creado con trozos de cadáveres? ¿Al doctor gritando: ¡Está vivo!, ¡está vivo!? Todo el mundo
conoce la historia, ha visto películas, incluso parodias. Cientos de obras
modernas se inspiran en Frankenstein.
Vamos por partes. ¿Cuál era el
contexto histórico? Estamos en 1816. Las guerras napoleónicas han dejado Europa
devastada. Pero si por algo se recuerda este año es por ser el Año Sin Verano.
Al parecer, la descomunal erupción del volcán Tambora, en Indonesia, sumada a
un descenso de la actividad solar, provocaron que el verano en el hemisferio
norte fuera frío, lluvioso y desapacible. Y si a eso le sumamos que la historia
sucede en Suiza, hay que añadir nevadas y ventiscas.
El 26 de mayo, el poeta inglés Lord Byron, acompañado de su joven médico personal y escritor aficionado, John William Polidori, llegaron a Secheron, Suiza. Byron alquiló una casa, Villa Diodati, junto al lago Lemán. Allí acudió, de visita, Percy Bysshe Shelley, que se convertiría en su mejor amigo. Shelley viajó con su prometida, la hija de su mentor, Mary Godwin, y la hermanastra de esta, Claire Clairmont.
Repasemos al variopinto grupo de
personas que se reunieron en el palacete Diodati:
Lord Byron pensando.
-John William Polidori, médico.
Sólo tenía 19 años, y la literatura era su pasión. Acompañaba a Byron desde un
año antes, al principio por devoción y admiración. Poco después, el editor del
Lord empezó a pagarle a cambio de que le informara de sus actividades. Byron
sentía por él mitad diversión mitad lástima.
Percy Shelley desmelenado.
-Percy Bysshe Shelley, de 23
años, también poeta, activista político de ideas anarquistas y anticlericales. Defensor
del amor libre y del ateísmo, había sido expulsado de Oxford. Seguidor de las ideas de William Godwin, su
futuro suegro. También murió joven.
-Mary Wollstonecraft Godwin, la
futura Mary Shelley. A punto de cumplir 19 años. Su relación con Percy era
tormentosa: un hijo muerto, el rechazo de su “liberal y feminista” padre a su
relación… Todo ello repercutirá en su situación mental. Visiones y pesadillas
la acosaban ya antes de comenzar el viaje.
Mary Shelley en un día bueno.
-Claire Clairmont, hermana de
madre de Mary. Claire, de 18 años, fue la que propició la posibilidad de que
Byron y Shelley se conocieran, en un encuentro con Byron del que obtuvo algo
más: quedó embarazada de él.
El grupo se comportaba como lo
que eran: jóvenes poetas románticos. Probaron el opio, bebieron vino en cráneos
humanos trepanados, aullaron a la luna, hicieron excursiones en mula por la
montaña y en barca por el lago… Pero lo que más tiempo les llevó fueron las
largas conversaciones sobre literatura, filosofía y ciencia. Byron y Shelley
estaban interesados en el galvanismo y la posibilidad de resucitar a los
muertos usando la electricidad (¿os suena?). Los papeles en esas discusiones
estaban muy marcados: Byron y Shelley fantaseaban y filosofaban, Polidori
trataba de dar rigor científico (con escaso éxito), Mary escuchaba atentamente
sin apenas intervenir, y Claire dormitaba semiinconsciente a causa del alcohol.
También dedicaron tiempo a leer poesía e historias de terror.
Su estancia llamó tanto la atención
que incluso los hoteles cercanos a la Villa alquilaban telescopios a los
lugareños para que cotillearan a aquellos jóvenes y excéntricos poetas
extranjeros que habían alterado la tranquilidad de aquel lugar.
Vale, ¿cuándo aparece Frankenstein
en toda esta historia? Paciencia, amigos. Ya hemos visto que las conversaciones
giraban en torno a temas que interesaban muchísimo a Mary, pero la clave de
todo estuvo en una de las noches que dedicaron a leer relatos de terror. Lord
Byron recitaba en voz alta un poema llamado Christabel,
de Samuel Coleridge, que cuenta una historia sobrenatural. La voz de Byron,
combinada con el opio y el alcohol, provocaron que Percy tuviera una terrorífica
alucinación que le hizo gritar enloquecido. Byron, fascinado por la situación,
propuso que cada uno de ellos escribiera una historia de terror que fuera capaz
de asustar a cualquiera. Un desafío que cambió la historia de la literatura.
Al día siguiente, Byron comienza
a escribir un relato sobre dos amigos que emprenden un viaje. Uno de ellos está
a punto de morir y le hace jurar al otro que volverá de la tumba a por él. Por su
parte, Percy Shelley creó una historia de fantasmas acerca de un ser formado
por cenizas. Claire lo intentó, pero tras no ser capaz de escribir nada,
decidió volver al alcohol y al opio.
Polidori tarda un par de días,
pero finalmente, encuentra la historia: un joven inglés conoce al fascinante
Lord Ruthven, un aristócrata amante de las fiestas que esconde un oscuro secreto.
En realidad, es una criatura inmortal y malvada, un vampiro. Aunque el relato
tuvo varios títulos, acabó con el sencillo El
vampiro. Probablemente no lo conozcáis, pero es más importante de lo que
parece: 80 años después, esta historia ayudó a Bram Stoker a crear al vampiro
más famoso de la historia, Drácula.
Por su parte, Mary no sabía qué
hacer. Estaba intimidada por el talento de los dos grandes poetas, y sus
pesadillas empeoraban: creía ver figuras espectrales que la espiaban en su
habitación, y los relámpagos la aterrorizaban. Sueña con ellos, con su hijo
muerto, con los páramos de Escocia donde había vivido, con los glaciares de los
Alpes… Al contarle sus sueños a Percy, este la animó a que combinara todos esos
elementos en una historia, que abarcará mucho más allá de un simple cuento. Mary comenzó a escribir su novela.
Página del manuscrito original de Frankenstein. (Fuente).
Después de estas vacaciones, cada uno siguió su camino. Byron se quedó en Villa Diodati, corrigiendo diferentes trabajos. Polidori envió su relato al editor de Byron. Percy, Mary y Claire siguieron juntos. Hicieron otros viajes y luego regresaron a Londres. Mary se casó con Percy, pasando a ser Mary Shelley. A finales de 1816 la historia de Mary estaba terminada, y ya tenía título: Frankenstein o el moderno Prometeo. Ayudada por su marido, la publicó por primera vez en 1818. Se convirtió en la gran novela gótica, y en la primera historia de ciencia-ficción que se ha escrito. Todas las historias de terror posteriores se han visto, de una u otra forma, influidas por la historia del monstruo de Mary Shelley.
Tanto Byron como Percy murieron
de forma prematura. Polidori se suicidó. Mary pasó el resto de su vida defendiendo la memoria de su
marido de las críticas. Y, podéis estar seguros, también recordó para siempre
la noche de 1816 en que un simple juego literario puso la semilla de una de las
obras más grandes que se han escrito.
Para saber más, consultad las
fuentes:
O podéis ver la película Remando al viento, de Gonzalo Suárez.
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