El cine se inventó hace poco más
de cien años, y desde entonces ha ido adquiriendo cada vez una importancia
mayor en nuestras vidas. Se podría pensar que se trata de un simple
entretenimiento, pero lo cierto es que su influencia en nuestra sociedad es
mayor de lo que parece (pensad en lo que suponen las películas a nivel
económico, sin ir más lejos). Culturalmente hablando, el cine ha desplazado al
teatro como el espectáculo favorito de las masas y, por supuesto, eso ha
influido en nuestra forma de expresarnos.
Cuando algo está bien hecho,
decimos que está de cine o de película. Cuando alguien se inventa
cosas y se deja llevar demasiado por la imaginación, le llamamos peliculero. Y no sólo eso. ¿Cómo olvidar
expresiones tan hermosas y tan españolas como la cagaste Burt Lancaster o no
te enrolles Charles Boyer?